En primer lugar, para que los
niños puedan disfrutar y entretenerse con la lectura es necesario que comiencen
con libros que les gusten y por lo tanto se puedan adaptar a la personalidad y
a los gustos de los mismos. Un aspecto fundamental es que el vocabulario se
adapte al que los niños dominan, ya que es importante que entiendan el significado
de las palabras porque si no les podría resultar monótono e incluso abandonarían
el libro. Junto al vocabulario es esencial la tipografía y el tamaño de la
letra para facilitar la lectura.
En segundo lugar, llevar a los
niños a las bibliotecas es un hecho primordial, de esta forma los niños son
conscientes del valor de las mismas y se pueden convertir en su lugar favorito.
Un punto importante a este respecto es llevar a los niños a las bibliotecas
infantiles, porque en ese lugar pueden investigar y jugar con los libros al
principio, y concentrarse en ellos después, sin darle importancia al ruido que
haga.
En tercer lugar, en el momento en
que los niños localizan un libro que realmente les gusta considerablemente quiere
decir que además existen múltiples posibilidades de que encuentren otros
títulos de ese autor y lleguen a tener el mismo éxito que el primero.
Continuando con las diferentes
técnicas, una muy significativa es dejar a un lado los prejuicios, es decir, da
igual que una lectura sea productiva o minoritaria, de prestigio o
desprestigiada, porque si a un niño le gusta leer y disfruta haciéndolo
significa que el mismo libro le aporta cosas.
En último lugar, un aspecto
característico de los libros destinados a los lectores primerizos son las
ilustraciones, ya que deben contar con muchas más ilustraciones que texto
porque, al principio y hasta que no han obtenido una cierta soltura, los niños
se suelen centrar más en las imágenes.
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