viernes, 6 de mayo de 2016

MARIO EL OLVIDADIZO, José Miguel de la Rosa Sánchez


Mario era un niño al que siempre se le olvidaban las cosas, por lo cuál jamás le encargaban nada porque todos daban por hecho que se le iba a olvidar. Los padres le llevaron a un doctor que le diagnosticó una enfermedad: amnesia distraída y, se suponía, que se le quitaría con el tiempo. Él, que era muy listo, sabía que si no hacía las cosas se las terminaban haciendo los demás, por eso nunca se esforzaba. Pasó el tiempo y los compañeros vieron que tenía la cara muy dura, lo único que quería era que se lo dieran todo hecho.

Muchos niños pueden verse reflejados en esta historia y aprender de la enseñanza que nos transmite. Fomentar el valor del esfuerzo, para no hacer personas vagas, y  descubrir que cuanto más nos cuesta hacer algo, más grande es la satisfacción que se siente al final, hace que cada vez seamos más autónomos. Por ello, fomentar la autonomía desde pequeños, es la clave para que cada uno aprenda por sí solo a resolver las diferentes dificultades que las vida nos va poniendo por el camino.

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