jueves, 18 de febrero de 2016

LA POLÉMICA DE LOS TITIRITEROS

En esta redacción quiero mencionar diversos aspectos, los cuales me parecieron lo más significativos de dicha polémica llevada a cabo en Madrid. Sobre todo me parece bastante aberrante el hecho de que un grupo contratado por el ayuntamiento realice representaciones de obras dirigidas para niños, ya que se trataba de títeres, con este tipo de contenidos, y que por eso mismo los niños empezasen a llorar y los padres tuvieran que llevárselos de la sala. 

En primer lugar, quiero destacar que llevaron a cabo una obra en la cual se politizó a los niños, me parece que no eso no es correcto y menos a través de actividades municipales.

En segundo lugar, sin entrar en si la pancarta era o no apología del terrorismo, pienso que estaba totalmente fuera de lugar, pues probablemente la mayoría de los niños que estaban presentes en la obra ni siquiera sepan que es lo que significa ETA, ni quiénes son y sobre todo los daños causados a la sociedad española por el grupo. 

Y por otro lado, el hecho de que la organización quisiera llevar a cabo una reivindicación sobre la religión católica y las polémicas relacionadas con esta en los últimos tiempos es totalmente legal y legítima, pero no se realizó adecuadamente, pues tal reivindicación se debe hacer ante personas formadas que puedan rebatir o no dicha opinión, pero lo que no se puede hacer es ante niños ajenos al caso. Principalmente porque no van a entender ni lo que reivindican ni la actuación llevada a cabo. Es más incluso pueden entender que ese tipo de acciones son buenas y que se deben hacer, cuando lógicamente no lo son.

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